La ilusión de la súpermujer
Desde mi perspectiva feminista, siempre ha estado presente en mi discurso que las tareas de la casa son de dos, que nadie me "ayuda", si no que compartimos las labores del hogar porque ambos vivimos aquí, que no es mi labor por ser mujer, que yo también me canso, y muchos otros etc. Sin embargo, todo el discurso se me cae con el nacimiento de mi Julieta.
Como bien saben, durante el primer mes de vida, no podía hacer nada y eso me desesperaba, saber que tendría visitas y yo ni siquiera podía hacer la cama o ducharme, ¡qué horror!. Que otro, tuviera que sacar los papeles del baño, me daba demasiada vergüenza, pero no me quedaba otra que agradecer, pues era prisionera de una pequeña tirana. Con el paso de las semanas, me fui habituando, descubriendo sus ritmos, los tipos de llantos, sus horarios y la cosa se fue acomodando un poco y con ello, las manos colaborativas fueron desapareciendo. Pero curiosamente, también fue desapareciendo el compañero. Ese ser que, recientemente ha recibido el título de padre, se fue relajando al ver que esta mujer tenía "tiempo libre", sí tal como lo leen, tiempo libre, que se traduce en que tu guagua no esté pegada a la teta todo el rato. Y claro, no lo responsabilizo solo a él de esta ilusión, pues yo he fomentado esa falsa creencia al creerme la súpermujer que puede hacer todo, tener una casa ordenada y limpie, comida gourmet, un perro limpio y una guagua olorocita....ah y por supuesto intentar (y solo intentar) lucir radiante. Esa falsa mujer que dice tener todo bajo control, que no necesita manos colaboradoras, que se puede hacer cargo de todo y más, que solo ella hace las cosas bien, por lo que si esa pareja suya intenta lavar los platos, es vista con cara de reprobación porque se asume que lo hará mal. Esa súpermujer NO EXISTE. Desde que nació mi hija no he podido dormir ni 4 horas seguidas, tengo un cansancio endógeno, siempre tengo pendientes y a veces, solo a veces, quisiera salir de noche a tomar un vinito. Esa súpermujer es una creencia inventada, seguro por hombres, para que no les paremos los carros y les exijamos que hagan su parte, esa súpermujer que cree que puede volver a tener el vientre plano, en un mes porque además tiene tiempo de ir al gimnasio, esa súpermujer que no es más que una mujer sometida a los estándares sociales machista y que aunque luche en contra de ellos, igual se me aparece en el espejo y me restriega que pierdo la batalla feminista en lo cotidiano.
La súpermujer no existe, es una ilusión....
